Aunque todo el mundo lo crea, el orgasmo no es lo más importante en las relaciones sexuales. El antes el durante y el después son realmente lo que le van a dar a ese orgasmo algo memorable, son el complemento perfecto. En este articulo exploramos algunas técnicas nuevas y no tan nuevas que te guiarán para que puedas ofrecer los mejores orgasmos de tu vida y te vuelvas definitivamente inolvidable.
Las reglas del juego han cambiado hoy en día no basta con que, con ambos alcancen el clímax, se vistan y a dormir si quieres ir más allá y ser considerado como algo más allá de lo común. escogimos algunos apartes de la sexóloga Emily Morse quién ofrece algunos consejos que nos ayudarán a disfrutar del sexo durante más tiempo y con mejores resultados. Toma nota y ponlo en práctico en la cama, en el sofá o donde surja.
La regla de la sincronía y el número 12 - 36 unos minutos a tener en cuenta.
Según han medido diferentes estudios científicos, mientras que los hombres necesitan un promedio de 6 a 8 minutos para tener un orgasmo, las mujeres tienden a tardar una media de 20 a 40 minutos. Esto quiere decir que hay una diferencia de entre 12 y 36 minutos entre que ellos alcanzan el clímax y ellas se aproximan, lo que se traduce en lo que se conoce como dejarlas iniciadas. Bien, ya que todos conocemos estos asuntos de coordinación, lo mejor es acabar con la brecha orgásmica y que los hombres procuren mantenerse entretenidos durante unos minutos mientras se centran en buscar el placer femenino o practicar durante los primeros minutos de coito posturas en las que la fricción y excitación sea menor para aguantar un poco más de tiempo.
Saca los preliminares del dormitorio
“Los juegos previos no son una sugerencia, son un requisito. Y no todo tiene que ser sexual: el "Sexting” los piropos o un buen masaje puede ayudar más a excitar a una mujer que el contacto físico explícito”, sentencia Morse. Al margen de que la estimulación previa ayude a los hombres a ceder algunos minutos a las mujeres en la carrera por el orgasmo, unas caricias subidas de tono durante la cena, un mensaje íntimo a la salida del trabajo, insinuaciones mientras vais en el coche e incluso hablar en clave en público sin que nadie entienda que se trata de una invitación al sexo, pueden subir la temperatura para llegar a la cama –o donde surja– con ganas de innovar y pasar un placentero y largo rato en pareja.
¿Por qué esperar a que llegue a casa para empezar si puedes calentar el ambiente con una simple llamada?
Sí, aún importa aguantar más tiempo
La eyaculación precoz es una disfunción sexual que afecta a alrededor del 30% de los varones. Sin llegar al extremo de patología, lo cierto es que, tal y como planteábamos unas líneas más arriba, ellos tardan menos en llegar al orgasmo y a las mujeres no nos entusiasma quedarnos a mitad de jugada.
Una buena opción para retrasar el clímax es probar con técnicas de control como los ejercicios de Kegel, a través de los cuales se ejercita el músculo pubocoxígeo consiguiendo erecciones más rápidas y duras, orgasmos más intensos y una potencia eyaculatoria mayor. “Para muchos hombres, estos ejercicios son como ir al gimnasio: tienen que practicarlos a menudo para mejorar y aprender a durar más tiempo en la cama”, explica Morse.
Utiliza lubricantes
Muchas personas relacionan directamente el uso de geles sexuales con el sexo anal o con mujeres con problemas de lubricación vaginal. ¡Error! Sí, es cierto que ayudan a humedecer la zona para facilitar la penetración si la zona está un poco más seca de lo esperado, pero existen decenas de nuevos lubricantes con sabores, texturas y sensaciones térmicas que darán una vuelta de 180 grados a las relaciones sexuales tal y como las conocías hasta ahora. Lo del efecto calor y frío lo habrás escuchado, pero, ¿lo has probado?
Los juguetes sexuales son tus aliados
Algunos hombres se sienten incómodos –por no decir intimidados– si aparece en escena un algún falo de goma que supere en tamaño miembro o un vibrador que realice unos movimientos y a unas velocidades imposibles para ellos. Pero no es una competición, los juguetes solo forman parte de la experiencia estimulando a las féminas y haciéndolas sentir placer más allá de la mera penetración. Si realmente actúan como un sustituto, entonces quizás sí sea un signo de que hay problemas en el paraíso.
Alineación coital: una técnica que nunca falla
Si el objetivo es que la mujer alcance el orgasmo durante el coito, puede conseguirse con posturas como el misionero renovado, en la que el hombre se coloca arriba inclinándose ligeramente hacia un lado para que su pene pueda acariciar el clítoris durante la penetración, o aquellas en las que es la chica la que está encima controlando el ritmo, la velocidad y los ángulos de penetración. El Punto G existe, solo tienes que buscarlo.
La masturbación está en tus manos
Morse parte de la base de que la anorgasmia, una patología que incapacita a las personas a alcanzar el orgasmo, no puede darse en las mujeres: “No creo que ninguna fémina puede asegurar que no puede tener un orgasmo a menos que nunca haya invertido el tiempo suficiente para conocer su propio cuerpo”. Ahí entra el ara una vida sexual plena, y una vez una conoce dónde y cómo le gusta tocarse pueden indicar a la otra parte cómo hacerlo. Y esto vale para ambas partes, porque resulta placentero para los dos que conozcan y estimulen sus principales puntos erógenos. Es más, una manera divertida y excitante de alcanzar el orgasmo a la vez es masturbarse juntos, ya sea el uno al otro o simplemente mirando.
Aumenta tus metas: buscando el multiorgasmo
La mayoría de las mujeres tienen un periodo refractario más corto que los hombres, y esto las permite poder disfrutar de varios orgasmos en una misma sesión de sexo. Especialmente sencillo para aquellas que disfrutan de orgasmos vaginales –lamentablemente, son muchas menos que las clitoridianas–, alcanzar varias veces el clímax es posible y puede ocurrir de manera continua con orgasmos cortos y repetitivos o a través de varios intensos y algo más largos.
“Creo que muchas mujeres son capaces de tener orgasmos múltiples, pero no lo han probado”, asegura Morse, quien recomienda a las féminas no dar por terminada una sesión de sexo cuando el hombre haya eyaculado y ellas también: “Las parejas deberían experimentar un poco para ver si queda un poco más y explorar más allá de lo que generalmente se considera el fin oficial de un polvo”, sugiere la sexóloga.
Autor:
Juliana Zapatero